Cuanto más puedas apreciar los regalos que se te ofrecen en el período de bajamar, más rápido volverá a crecer la marea. Concéntrate más en tu abundancia que en las facturas. Observa las nuevas cualidades que desarrolla tu alma: paciencia, con¬fianza, amor. Recuerda que estás creando lo que se encuentra en el centro de tu atención y que los ciclos descendentes son siempre seguidos por ciclos ascendentes. Piensa en algún momento pasado en el que tuviste grandes dificultades econó¬micas. Mira cómo desarrolló tus fuerzas y cómo cambió tu vida después. Mirando al pasado, podrás ver el progreso que siguió a los periodos de reflujo.
En ocasiones, como la mayoría de las empresas, hará falta que gastes dinero antes de ganarlo. Si gastas el dinero en cosas que facilitarán tu futura prosperidad, considéralo una demostración de confianza en tu futura capacidad de ganarlo. Sin embargo, has de ser sincero contigo mismo en la valoración de tus necesidades y de los ingresos que podrás tener en el futuro. Valora tu capacidad y conocimientos y el mercado y toma tus decisiones en consecuencia. Hay nuevas empresas, por ejemplo, que alquilan oficinas lujosas y abundantes equipos técnicos, contratan trabajadores y luego ven que su volumen de negocio no es capaz de sufragar estos gastos.
Sanaya Roman y Duane Packer